Quiero describir quién soy exactamente todos los días laborables a las 4:45 de la tarde: soy una persona que ha cumplido muchas veces su horario laboral y que se aproxima al descanso con dudas.
Dudas de qué hacer durante ese tiempo abierto y desestructurado, dudas del real merecimiento de este si no ha sido un «verdadero» día productivo como «deberían serlos todos» y dudas sobre si no tendría que tener planes de pasarlo de mejor manera aunque sea entre una lavadora y un sacar la basura; optimizar el descanso o aprovecharlo para cansarme de manera diferente.
A todas-todas, nunca me vienen tantas dudas mientras trabajo porque «el trabajo dignifica» y «el ocio es la madre de todos los vicios», ambas expresiones de origen indeterminado que me rondan y mantienen rehén de la rutina, de la que generalmente soy gran defensora pero que es necesario admitir me limita en aspectos como la espontaneidad y el vislumbramiento de otras posibilidades.
Me molesta especialmente que vengan las dudas a la hora del descanso y no durante la jornada laboral así como también me fastidia que la frase que me sé convierta al ocio en la madre cuando el ocio es claramente un sustantivo masculino.
Me pregunto qué gano en adelantarme a escribir sobre tiempos colectivamente desestructurados como «las vacaciones de verano» cuando todavía nos quedan dos semanas de primavera. Decidirme a seguir por esta línea me hace sentir contagiada de la velocidad de quienes quieren vender arbolitos de navidad en septiembre y telarañas falsas en agosto.
A destiempo. Así me encuentro y nos seguiremos encontrando en medio de la emergencia climática y sabiendo que cualquier estación del año es ahora prácticamente impredecible: sólo en los últimos siete días ha habido granizo que destruyó viñas enteras, vientos que perturban la feria del libro de Madrid y alertas por calor en muchas ciudades de España, aunque lxs niñxs todavía no hayan ni terminado las clases.
Así tenemos en el mismo vagón de tren y en un extremo del espectro, el plumas ligero del Decathlon de quien quiero asumir salió muy temprano de su casa y en el otro extremo, las clásicas chanclas. Contrario a lo que pudiéramos creer este tren en particular no constituye una máquina del tiempo. Se supone que vamos todxs en la misma dirección, fecha y hora, y sin embargo nadie lo sabría por nuestra indumentaria.
Apunto en las notas del móvil todo sobre el outfit de esta chica: uñas fosforito, un top corto que expone su abdomen y deja ver un piercing en el ombligo que sólo se intuye detrás de un botón de diamante falso y una cadena fina colgante. El top es naranja, manga cisa y de escote redondo. Lleva también un pantalón cargo con estampado de cebra que ni siquiera se esfuerza en parecer cebra real porque la veta que todo el mundo sabe debería ser negra, es verde militar más bien.
Se habla demasiado poco de lo bonito que es hacerte mayor y reconocer modas por las que ya pasaste / sufriste / hiciste tuyas / juraste no repetir / repites aunque lo juraste. También es una forma de estar a destiempo. Una que disfruto mucho más.
Seguido, anoto: Gwen Stefani, Sporty Spice (???)
la parte sobre escuchar
En esta carta, a inicios de año, expliqué mi viaje reciente con la música. A medida que la retomo, me veo en la necesidad de recomendar encarecidamente —la única manera en que sé recomendar algo — que escuchéis el concierto tiny desk de Nelly Furtado a quien le adjudicaba en mi cabeza más responsabilidad por la tendencia del top de una sola manga y los maxi aros que por cualquier otra cosa. Pero no fue sino hasta que escuché estos veinticinco minutos, que le asigné su merecido puesto de icono musical. Me parece que es tiempo de subsanar ese error si —como yo — también lo estabais cometiendo.
la parte sobre leer
Una historia preciosa para vivir a destiempo pero en un modo mucho más andaluz es esta:
Promete Almería, veranos de hace veinte años, abuelas, cola-cao fresquito y afabilidad total. Si esto no es una lectura acogedora tal vez yo nunca sepa identificar una.
Desde aquí mi elogio al destiempo. Recién acabo de sumergirme en el calor con granizo. 😊