En cuatro meses voy a cumplir cuarenta años. Al estarme convirtiendo en esta clásica mujer que tiene dificultades para conducir de noche porque las luces se le alargan, fui a la oftalmóloga para confirmar que en realidad ‘sólo’ necesitaba gafas por el aumento del astigmatismo e hipermetropía que por mucho tiempo pude ignorar. En este y otros aspectos soy entonces, más probable que no, un cliché con patas.
Se me ha dicho múltiples veces cuál es mi signo ascendente, según mi carta astral, pero tras olvidarlo por enésima vez lo fui a buscar en internet y recordé que era acuario. Ni siquiera he investigado mucho más ninguna de las veces que se me ha dicho, literalmente entré al primer o segundo artículo de la primera página de resultados y tras releerlo, porque estoy segura que ya he estado aquí, recordé que soy ‘puro aire’. Libra sol - acuario ascendente. Según el artículo, me importa la originalidad. Ladeo la cabeza con las comisuras de la boca hacia abajo. Suena acertado.
Días antes, en el canal de Youtube de Alba Lafarga ya me había percatado de este otro lugar común en el que he caído: volver a apreciar la retro-tecnología o la tecnología lejos del móvil. Ella hace allí un análisis superinteresante sobre si esto es nostalgia o porsiemprismo. En mayo compré por veinte euros una cámara de segunda mano analógica y automática que he estado usando esporádicamente. Me gusta mucho usarla pero todavía no he revelado el primer rollo.
Lo que no es parte del trend, (lo siento, Alba) es la ineludible necesidad que tuve todos estos años de conservar mi cámara sony cybershot rosa-plata de catorce mega píxeles. ¿¡Con lo lejos que yo me he ido!? ¿¡Con la de veces que yo me he mudado!? ¿¡Con la de cosas de las que me he deshecho!? Nunca tuve la fuerza de espíritu para regalarla. Ni tampoco mi iPod.
¿Es que acaso no me da puntos en originalidad el haber resistido todas las otras trends que pasaron y dijeron que qué ridículos tus catorce mega píxeles, que qué absurdo más grande ‘poseer’ y acumular archivos digitales de música? ¡ja! Hace entrada el modelo de suscripción hasta para respirar.
«Él duerme fuera» — digo esto sobre mi móvil, y Tammy se ríe repitiendo la frase, creo que imaginándose que lo arropo en una cama individual exactamente del tamaño del móvil. Nos conocemos.
Otra compra de segunda mano destacable: un radio despertador.
Esta mañana pensé en que el cambio ya está, quizás, suficientemente maduro como para escribir sobre ello. Lo estoy haciendo, digo, escribir. Y cambiar; todo el tiempo. Eso, también.
Hace dos años, aproximadamente, me di cuenta que estaba realmente harta de pasar los primeros veinte a cuarenta minutos del día viendo el móvil antes de despertarme «de verdad». O hacer el primer pis de la mañana viendo un reel. Me parece que todavía no he encontrado las palabras para explicar qué parte de esa experiencia es lo que me generaba tanto hartazgo y rechazo, pero confío en que las encontraré eventualmente.
Como leo antes de dormir, el móvil por la noche nunca había sido un problema para mí en un sentido estricto, y por tanto, el hecho de que descansara en mi mesa de noche había pasado inadvertido con la excusa de que era mi alarma. Demás está decir que no tenía por qué ser mi alarma.
Hoy, después de muchos meses que el móvil duerme fuera me atajé a mí misma en la cama, no miento, con las manos entrelazadas detrás de la cabeza, como por cinco minutos pensando en mí y en cómo dormí, nada más despertar. Sé cómo suena: cursi, evidente, y sobre todo me temo, nada original.
Asocio el poder salir a caminar a las 6:45 AM como una consecuencia directa de aquello. Salir a caminar por el campo antes de sentarme a trabajar ha sido siempre algo difícil de sostener en el tiempo. Como todo, se acabará en algún momento. Pero por ahora, me consta que aquel pequeño cambio ha provocado otro;
Notar algunas de estas cosas:
La luz bonita que precede al sol criminal,
el avance en otra escala,
las gárgolas durmientes de carne y hueso que resguardan la casa dieciocho,
el vecino que se hace el loco para no saludarme,
y la única hora del día en que soy alta.
Me encantan esos momentos especiales que describes, al salir temprano en la mañana a caminar: la luz que antecede el sol matador, el vecino que se hace el loco para no saludarte, jajaja, ocurre tanto eso! y la mejor, creo, el único momento del día en que te ves más alta de lo que eres. A mi, que también disfruto levantándome temprano, me gusta la conciencia misma del amanecer, el reconocimiento que ha comenzado un nuevo día, sensación que no puedo tener si me despierto tarde.
Mi preciosa, este nuevo escrito me ha producido muchas emociones bonitas.: alegría ,inmenso cariño por mi querida sobrina que escribe sobre situaciones y momentos especiales y cotidianos maravilloso.curuosidad ... .Yo te felicito por ser como eres ,por vivir esos momentos interesantes y únicos de cada día .Me encanta y me causa mucha gracia ese momento del día en que eres más alta .Me gusta lo que dice Tammy de ti y tu relación con el celular ..Me encanta como describes tu relación con el amanecer ,el despertar ,vivir todas esas emociones que te ofrece la tecnología retro .
Pienso 🤔🤔,que hay algo de genetica en despertarnos temprano y disfrutar de las luces ,las primeras de la mañana . Eso no tiene precio .
" Soy puro aire" ,me gusta mucho !!
Mi Adri bella y preciosa ,mi escritora Number ONE y UNO .te felicito.Eres tan original ,tan creativa.siempre.
TE QUIERO😘🥰