Una clase de catalán me ha recordado que «grassa» significa también gorda y lo poco que he escuchado esa palabra en contraposición con «grossa» o «prima», la primera refiriéndose a la lotería y la otra a una persona delgada. No sólo en catalán desafortunadamente, describir a alguien como gordx es incorrecto o poco educado mientras que encontrarse de pronto en alguna de las otras dos situaciones, suscitaría una felicitación.
*
Así como algunxs artistas tuvieron etapas pictóricas, yo tuve una etapa mexicana. En dicha etapa yo estaba al tanto de todas las modas musicales, de vestimenta y maquillaje provenientes de ese país, así como también dominé desde 1996 extenso vocabulario, acentos y jerga avanzada mexicana (*). En aquel entonces, con 11 años y aunque en Maracaibo, mis fuentes de conocimiento eran dos: un canal de videos musicales que se llamaba Telehit del cual tuve un carnet laminado que pedí por correo — postal— y también la revista Tú, que a día de hoy sigue existiendo como medio digital y también como máquina del tiempo nefasta donde volver sin mayor esfuerzo a los noventas, ya que siguen reciclando desde esa época los mismos tests para averiguar tu tipo de cuerpo y para saber si estás enamorada de tu mejor amigx.
*
Yo no fui una niña o adolescente gorda pero una de «piezas grandes», por lo tanto, fui una niña y adolescente en riesgo de personificar una palabra tabú.
El tipo de cuerpo era y es «cuerpo de pera», esto no es algo que se olvida fácilmente. Aunque a diferencia de gorda, está permitido decir «pera» por la calle, la principal recomendación para este tipo de cuerpo sería disimular las caderas anchas. Pero — spoiler— eso no se puede hacer sin quedarte en tu casa.
*
Grasa; en inglés es la misma palabra para decir gordx y así encontramos que «fat» es algo que eres y al mismo tiempo algo que quemas.
*
Cada vez que se acerca el verano comienzo a pensar mucho en la belleza que se valora colectivamente y siento miedo de los pensamientos en forma de mandato que albergamos algunas de nosotras reclamándonos cambiar nuestros cuerpos; tanto las gordas de toda la vida como las que lo hemos vivido como la espada de Damocles. Es heavy.
*
Otras cosas han sido pesadas. Por ejemplo el pelo de Elisabeth de Austria que nunca cortó, le provocaba dolores de cabeza fuertes y era prácticamente una prisión en forma de baños eternos y personas detrás desenredándoselo.
Me tropecé con esta publicación interesantísima en Substack sobre el pelo de Sissi donde se menciona además que decidió congelar su imagen en la juventud al no permitir que le tomaran fotos o le pintaran su retrato después de los 30 años de edad. Nos revela cuál era ya entonces la moneda más cotizada.
Lo verdaderamente pesado es arrastrar con estándares de belleza imposibles — como no envejecer— desde 1860. Sin embargo, de alguna manera, aquí seguimos.
*
Para entender en profundidad mi contexto de vida y educación, tendríamos que hablar del merengue como género musical. Para entender mi relación con el verano ahora que tengo algo más que piezas grandes, tendríamos que discutir este merengue en específico:
se acerca a la puerta muy pronto estará abierta cuidado que viene ya tiene fuego en la boca y que al besar me aloca me gusta y me da miedo no sé cómo explicarlo le temo más lo quiero y no puedo evitarlo
A quien no le suenen estas estrofas solo debe hacerse consciente en este momento de que no ha sabido lo que es el merengue hasta ahora y que es un verdadero placer para mí presentárselo (**). Podéis constatar en el vídeo, que cuenta con la proto-motomami original y si reemplazamos la palabra «Diavolo» por la palabra «verano», acompaña bastante bien los sentimientos contradictorios por todo lo que la cultura de dietas me enseñó que debía ser un cuerpo desde antes de 1996 y que puede salir a relucir cada vez que empieza a hacer calor. Cuidado que viene ¡ya!
*
(*) ¡sí! es una canción-objeto-de-estudio donde la mayoría de palabras son con la che
(**) ¡sí! es un playback descarado pero ojito al minuto 3:07 donde rompen a bailar entre ellxs
la parte sobre leer
A inicios de año leí La gula de Asako Yuzuki. Y aunque es del sello editorial Tiempos de hoy, que pertenece a Planeta, esta gente se puesto a traducir cosas chulas, ya que tienen los medios para hacerlo... Una de esas cosas chulas fue el que leímos juntas en septiembre Diario de un vacío y ahora La gula. Pero se le notan demasiado las costuras de gran editorial cuando en la contraportada te lo quieren vender como un thriller comparándolo con El silencio de los corderos. Ni caso.
Aunque uno de los principales personajes de esta novela, es una mujer gorda y es un personaje muy complejo, técnicamente “mala”; disfruté de su gran sentido de la valía, autoestima y sensualidad. Otras exploraciones que se hacen en el libro son: asociar los alimentos que nos brindamos con nuestro cuerpo físico o el cómo alimentarnos intuitivamente y comer sólo lo que queremos comer sería una forma de rebelión en extremo radical todavía para la mayoría de mujeres. Es un libro para vivir en Tokio un tiempo, para hablar de soledad y amistad y para saborear arroz con mantequilla.
la parte sobre reiterarse
Barcelona y alrededores: tengo un taller preparadito que comienza el 1 de junio sobre hijas y madres. Ando buscando quien quiera leer conmigo durante el mes para repensar nuestros deseos y herencias de hijas. ¿Quién viene a La Repunantinha?
Aquí están los detalles, escríbeme si quieres apuntarte o necesitas más información.
Me río a carcajadas porque leo el merengue mientras lo canto y hago la pausa para decir YA! No hay nada más cierto q esto q escribes que te lo digo yo… cuerpo de playa!